Sorrentino: la oda al diseño italiano de Silvia Tcherassi conquista la MBFW Madrid

La 40ª edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid abrió sus puertas con una celebración de moda y sofisticación en estado puro: el desfile inaugural de Silvia Tcherassi. La diseñadora colombiana, referente internacional y una de las voces más potentes del diseño latinoamericano, eligió el Palacio de Cristal como escenario para presentar su colección “Sorrentino”, un viaje estético inspirado en el mobiliario italiano de los años 50 que colecciona con pasión.

El ambiente no pudo ser más emblemático: un front row repleto de personalidades —desde Sassa de Osma hasta Ágatha Ruiz de la Prada— que convirtió la velada en un verdadero acontecimiento social y mediático. En la pasarela, modelos de la talla de Nieves Álvarez y Karolina Kurkova subieron la temperatura con dos looks que resumían el ADN de Tcherassi: glamour atemporal y sensualidad contemporánea.

El lenguaje del color y la fluidez de las formas

Tcherassi desplegó su maestría cromática en una paleta vibrante: naranjas intensos, verdes luminosos, corales degradados, rosas empolvados, tierras y amarillos dorados. Colores que, más allá de adornar, construyen narrativas: evocan atardeceres mediterráneos, contrastes pictóricos y un optimismo vital que se ha convertido en su sello personal.

Las siluetas fueron fieles a su filosofía de “elegancia sin esfuerzo”: vestidos fluidos, drapeados que abrazan el cuerpo sin constreñirlo, escotes asimétricos y transparencias estratégicas que realzan la feminidad sin artificios. A ello se sumaron tejidos como sedas, gasas y crepes que, gracias a su caída, aportaron movimiento y sofisticación a cada pieza.

Una colección con espíritu global

Con “Sorrentino”, Tcherassi reafirma su papel como diseñadora de una mujer global. Una mujer que no se define por su edad ni por su nacionalidad, sino por su sensibilidad hacia el detalle, por su deseo de expresarse a través de la moda y por la confianza con la que habita cualquier escenario.

No sorprende que su carrera esté ligada a hitos internacionales: desfiles en París y Milán, boutiques en ciudades clave de Estados Unidos, en Capri, República Dominicana y Colombia, además de haber sido reconocida con el Premio al Diseñador Internacional por su contribución a situar la moda hispanoamericana en el mapa global.

Madrid, puente entre continentes

Su participación como invitada internacional en la MBFW Madrid no solo coincide con su décimo aniversario en España, sino que simboliza un puente cultural y creativo entre Latinoamérica y Europa. “Los españoles me han acogido con los brazos abiertos; veo este desfile como una oportunidad para profundizar lazos entre España y Latinoamérica”, declaró la diseñadora antes de presentar su colección.

El Palacio de Cristal y la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles se convirtieron, así, en escenarios estratégicos para proyectar el mensaje: Madrid no solo quiere ser espectadora, sino protagonista en el circuito internacional de la moda.

Conclusión

El desfile de Silvia Tcherassi fue mucho más que un arranque de pasarela: fue un manifiesto de estilo y visión global. Un recordatorio de que la moda, cuando se vive con autenticidad y oficio, es capaz de tender puentes entre culturas, épocas y sensibilidades. Y en esta edición histórica de la MBFW Madrid, nadie lo ha expresado mejor que ella.

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