“Paraíso” de Odette Álvarez: ese instante en que el verano se hace moda

En la última edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Odette Álvarez celebró los quince años de su firma con “Paraíso”, una colección primavera/verano 2026 que trasciende lo textil para convertirse en atmósfera. Un club imaginario, un escenario onírico y una estética que convierte cada prenda en invitación al verano eterno.

Una diseñadora que abraza contrastes

La creadora cántabra ha consolidado un lenguaje propio en el que artesanía y modernidad dialogan sin fricciones. Autodidacta y de mirada cosmopolita, Odette bebe de influencias que van desde el exotismo oriental hasta la pureza de la Grecia clásica y la sensualidad orgánica del Art Nouveau. “Paraíso” refleja esa síntesis: opulencia equilibrada con frescura, ligereza que convive con la densidad del detalle.

Tejidos y materiales: lujo que respira

El universo textil de la colección se articula entre la ligereza del lino y el popelín —dos clásicos estivales reinterpretados en siluetas fluidas y camiseros con volumen— y la exuberancia de organza bordada, pedrería, chapas metálicas y aplicaciones artesanales. La colección despliega corsés que definen, kimonos bordados inspirados en el furisode japonés, bombers en lino combinadas con shorts y vestidos que flotan en caída libre, siempre fieles a la dualidad urbana y artesanal que distingue a Álvarez.

Paleta cromática: luz y contraste

El color es protagonista absoluto. Dorados y plateados que capturan cada destello de luz conviven con turquesas intensos, rosas vibrantes y verdes luminosos, equilibrados por tonos tierra como chocolate y marfil. La propuesta cromática recuerda a un crepúsculo mediterráneo, donde lo metálico y lo orgánico se funden en armonía.

Una puesta en escena inmersiva

La pasarela del Ifema se transformó en un auténtico Club Paraíso, gracias a la dirección creativa de Inma Maynard, quien recreó un espacio cargado de buganvillas fucsias, vegetación exuberante y un neón en clave festiva. La música del DJ Alex del Toro completó la experiencia, generando esa atmósfera de verano sin principio ni fin que Odette buscaba transmitir.

La aparición de Carla Hinojosa, musa y cómplice creativa de la diseñadora, inauguró y clausuró el desfile, aportando frescura y cercanía. Su presencia confirmó la voluntad de la firma de conectar con una mujer contemporánea: segura, atrevida, capaz de habitar el lujo sin solemnidad.

Un verano eterno

“Paraíso” no es solo una colección. Es la expresión de un camino creativo de 15 años, una declaración de intenciones que celebra la moda como experiencia sensorial y emocional. En cada pieza, Odette Álvarez propone un viaje íntimo y colectivo: vivir el verano como metáfora de libertad, brillo y sofisticación.

fotografía:MBFWM

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