‘Momento II’ de Antonio Acuario: donde el negro habla, la luz habita y el cuerpo reescribe su memoria
La estética de Momento II se revela con mayor precisión: es una propuesta que no teme lo oscuro ni lo ligero, que juega con el contraste lumínico y el cuerpo que emerge de múltiples capas. En ese campo de tensión y revelación, Acuario reafirma que hablar no es siempre una explosión: puede ser un gesto delicado, un susurro en negro, un blanco intermitente.
MODA
En este reencuentro con la pasarela, Antonio Acuario no solo vuelve: irrumpe. Su colección Momento II, presentada en la sección EGO de la MBFW Madrid, actúa como un diálogo directo entre lo visible y lo invisible, entre la memoria íntima y el cuerpo en su piel.
Una paleta en tensión lumínica
El negro es protagonista contundente. Transparencias oscuras, tejidos translúcidos en negro sobre el cuerpo; pero también, como contrapunto dramático, se observa la aparición de blancos o cremas texturizados, luminosos y punzantes, que interrumpen el negro con fragmentos de luz. Esa dualidad cromática extiende el juego entre cobertura y revelación.
Texturas que respiran, bordes que cuentan
Los acabados no esconden: hilos sueltos, costuras expuestas, bordes crudos. Estas piezas “inacabadas” no se deben a descuido sino a una elección estética potente: cada imperfección es una huella, una narración visible del proceso. En los drapeados suaves, las capas ligeras y las superposiciones finas, se evidencia cómo Acuario articula la tensión entre lo rígido y lo flexible, lo contenido y lo fragmentado.
Siluetas que fluyen, cuerpos que se muestran
Un elemento muy visible es el uso de faldas de flecos sobre prendas inferiores o microshorts, la yuxtaposición de mangas largas con torsos ligeros, cortes asimétricos y estructuras arquitectónicas que se acomodan al movimiento. En ocasiones, la desnudez no se impone: se sugiere suavemente, con paneles mínimos o tejidos transparentes, reivindicando el cuerpo como espacio poético más que como objeto.
Arte textil como gesto personal
Ese enfoque visual refuerza el concepto de que Momento II es un archivo vivo, no una colección efímera. Los contrastes entre oscuridad y luz materializan emociones internas, mientras que la artesanía queda en evidencia: nadie oculta sus costuras, nadie esconde su proceso. En lugar de perfección, se valora la expresividad, la falla como parte de la belleza.
La voz de un retorno, visible y sentida
La estética de Momento II se revela con mayor precisión: es una propuesta que no teme lo oscuro ni lo ligero, que juega con el contraste lumínico y el cuerpo que emerge de múltiples capas. En ese campo de tensión y revelación, Acuario reafirma que hablar no es siempre una explosión: puede ser un gesto delicado, un susurro en negro, un blanco intermitente.
Este espectáculo visual confirma que Momento II no es solo conceptual. Es tangible, huidizo, poderoso: la memoria se materializa, el cuerpo se reescribe y la diferencia, finalmente, se viste.
fotografía: MBFWM





