La sencillez como poder: la madurez estilística de Baro Lucas en MBFW

Baro Lucas ha tejido con “Tempus Fugit” un manifiesto elegante que confirma lo mucho que ha crecido como diseñador, consolidando su voz dentro de la moda española. Lo suyo ya no es solo la sorpresa de lo nuevo, sino la confianza de lo esencial bien hecho.

Con raíces en Tordesillas (Valladolid), Álvaro Lucas Santos —Baro Lucas— muestra una relación íntima con los paisajes castellanos: sus castillos, claustros, la quietud del invierno, la textura del campo… Esa inspiración nace en la tierra que le vio crecer, pero también en la tradición artesanal, la sastrería y la confección meticulosa que aprendió desde joven.

Estilo, formas y tejidos

En “Tempus Fugit” (Primavera/Verano 2026), la apuesta se centra en líneas puras, en siluetas que respiran: cortes orgánicos, volumen contenido, equilibrio entre lo masculino y lo femenino. El sastre, pieza central en su sello, se reinventa con prendas más ligeras: bermudas, pantalones abombachados, vestidos de vuelo… todo ello sin renunciar a una firmeza estructural.

Tejidos que parecen dialogar con su filosofía. Baro Lucas trabaja con materiales nacionales, de origen español, que suman calidad y durabilidad. Lana de sastrería, paño grueso, lino natural con detalles como paillettes, terciopelo de algodón, tarlatana… cada uno aporta su carácter: algunos fluyen, otros se mantienen firmes.

Paleta cromática y temporalidad

El color en su última propuesta apunta a lo orgánico y a lo que perdura. Amarillos suaves, azules marinos, Klein, blancos neutros, terracotas, tonos ocre, arena, verde apagado, gris… y siempre el negro, como sello de identidad. Esta gama permite jugar con contraste sin excesos: luminosidad vs profundidad, calidez vs austeridad, juego de luces sutiles. Su moda no se agota en la tendencia inmediata, sino que busca resistencia en el tiempo: elegancia atemporal.

Filosofía y mensaje

Baro Lucas no diseña para disfrazar; diseña para afirmar. Sus colecciones hablan de autenticidad: de mujeres y hombres que se sienten fuertes sin artificios, que encuentran en una americana bien cortada o en un vestido con buena estructura, algo más que una prenda, una extensión de su identidad. Hay también un compromiso claro con el slow fashion: materiales locales, técnicas tradicionales, piezas pensadas para durar más de una temporada.

Así, “Tempus Fugit” no solo celebra colores y formas: invita a recuperar lo pausado, lo personal. Baro Lucas se sitúa —y esto no es retórica— en la fina línea que separa la moda efímera de lo que verdaderamente trasciende.

fotografía: MBFWM

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