IAMISIGO lleva África al futuro en Copenhagen Fashion Week 2026
Bajo su filosofía de artesanía nómada consciente, la diseñadora Bubu Ogisi exploró un nuevo capítulo de su archivo vivo: piezas elaboradas a mano desde el primer hilo hasta el último acabado, fruto de un trabajo inmersivo con comunidades artesanas de todo el continente. En esta colección, la narrativa se plasmó a través de tejidos tradicionales reinterpretados en siluetas contemporáneas, donde la estructura y el movimiento se equilibraron como un poema textil.
MODA


En un desfile que fue más que moda y se convirtió en manifiesto, IAMISIGO presentó en la Copenhagen Fashion Week 2026 una colección que entrelaza memoria, identidad y resistencia. La firma, con sedes en Lagos, Nairobi y Accra, volvió a demostrar que la moda africana puede dialogar con el mundo desde la raíz, sin ceder ni un ápice a la homogeneización global.
Bajo su filosofía de artesanía nómada consciente, la diseñadora Bubu Ogisi exploró un nuevo capítulo de su archivo vivo: piezas elaboradas a mano desde el primer hilo hasta el último acabado, fruto de un trabajo inmersivo con comunidades artesanas de todo el continente. En esta colección, la narrativa se plasmó a través de tejidos tradicionales reinterpretados en siluetas contemporáneas, donde la estructura y el movimiento se equilibraron como un poema textil.
La paleta cromática fue un viaje sensorial: ocres y tierras que evocaban la arcilla y el polvo sahariano; azules profundos como tintes índigo ancestrales; negros intensos que recordaban la fuerza de la obsidiana; y destellos de latón dorado y vidrio reciclado en accesorios que parecían reliquias sagradas. Cada tono, lejos de ser un simple recurso estético, se convirtió en un símbolo de memoria y conexión con la tierra.
En cuanto a materiales y técnicas, IAMISIGO reafirmó su compromiso con la sostenibilidad y la preservación cultural. Las prendas incorporaron fibras naturales de origen local, textiles recuperados y tejidos regenerados en telares manuales. Algunas piezas destacaron por el uso de rafia trenzada, sedas teñidas a mano con pigmentos naturales y aplicaciones de vidrio reciclado en detalles ornamentales. Todo, ejecutado por maestros artesanos que transmiten su oficio de generación en generación.
El resultado fue una colección que no solo deslumbró por su estética escultórica y orgánica, sino que también propuso una conversación global sobre la identidad, el consumo consciente y la resistencia cultural. En Copenhagen, IAMISIGO no desfiló: construyó un puente entre el pasado y el futuro, uniendo historias y territorios en una sola pasarela.
CPHFW - fotografia: James Cochrane





















































































