De las telas de quesos a la alta moda consciente: la revolución sostenible de Mariafe

La moda sostenible tiene nuevas voces, pero pocas tan auténticas como la de María Esther Ferreyra, diseñadora cordobesa que ha sabido convertir el arraigo a su tierra y a las tradiciones de su familia en una revolución silenciosa y necesaria. Bajo su firma Mariafe, presentó en la Circular Sustainable Fashion Week Madrid 2025 una colección que va más allá de las tendencias: es un acto de amor por la naturaleza, la artesanía y la innovación consciente.

Ligada desde siempre al mundo rural argentino, Ferreyra encontró en un material inusual, las telas suizas descartadas de la fabricación artesanal de quesos— el lienzo perfecto para expresar su visión del lujo sostenible. Estos tejidos, de textura suave, gran resistencia y capacidad para absorber humedad, se resignifican en su obra para convertirse en prendas atemporales, frescas y profundamente conectadas con el entorno.

La colección presentada este año deslumbró por su paleta de colores suaves y orgánicos, donde predominan los tonos naturales crudos, cremas, blancos rotos y sutiles matices que evocan las variedades de quesos artesanales: amarillos cálidos, suaves tonos dorados y toques de azul grisáceo. Una gama cromática que dialoga con la autenticidad de los materiales y el respeto a los ciclos de la tierra.

Cada prenda de Mariafe es única: no existen moldes repetidos, y esa singularidad es parte esencial de su propuesta. Ferreyra apuesta por un diseño inclusivo, cómodo y auténtico, capaz de adaptarse a cuerpos y estilos diversos, reivindicando la belleza de lo individual y la artesanía de baja escala como la verdadera esencia del lujo contemporáneo.

Con una manufactura 100% artesanal, utilizando descartes de la producción láctea y textil, Mariafe nos invita a un viaje emocional donde cada fibra narra una historia. Es un encuentro íntimo entre la tradición y la modernidad, entre el respeto por la naturaleza y el deseo de resignificar lo cotidiano en algo valioso y perdurable.

En un mundo de consumo acelerado, la propuesta de María Esther Ferreyra resuena como una bocanada de aire puro. Su colección no solo viste: abraza, inspira y celebra la belleza imperfecta, resiliente y sabia de de nuestro planeta.

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